
¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que ocurre cuando conectas con otra persona y un tiempo después se muestran aspectos que no te terminan de agradar?
De esta manera, las relaciones que mantenernos con los demás son reflejos o proyecciones de aspectos de nuestra personalidad que nos gustan o no nos gustan.
Estamos constantemente juzgando a otros, por lo que hacen, por lo que no hacen o por lo que deben hacer. Sin embargo si nos detuvieramos un momento y realmente hiciéramos preguntas, la mayoría de estos juicios se disuelven porque no hay una base para mantenerse en esta realidad.
Recordemos que todo lo que podemos tocar y sentir es porque se ha podido solidificar, y esto sucede también cuando hay definiciones sobre algo o alguien.
Deja de buscar tu vida en el espejo de los demás, incluso deja de mirarte en espejos ajenos. Mírate en tu espejo y está abierto a hacer preguntas, de buscar lo que es verdad y único para ti.
María José Rojas Castro, BF CFMW ACYA






